Ellos rescatan la ciudad, nosotros rescatamos los acentos perdidos. Vamos caminando por la calle, con el sol que caracteriza a esta ciudad, y lo primero que encontramos: este diamante de ejemplo sobre algunos casos donde los organismos públicos ignoran las normas de acentuación del español. Señores de la Alcaldía, un trazo mínimo arreglaría esta falla.
Cabo, póngale la tilde en la i a la furgo
-
Y va el cabo, o el rotulista, o cualquiera, y la pone. El caso es que
nadie lo quita y la Policía de Madrid se une a la de Mulegé y comienza a *apatrullar ...
Hace 10 años
0 ¡coméntanos!:
Publicar un comentario